Una tarde me acerqué a hacerle unas fotos a la estupa (templo budista) de Benalmádena. El lugar irradia paz, y el aroma del incienso y la música de meditación hindú traspasa sus puertas y se extiende por el mirador que hay delante de ella. Las vistas son magníficas, y puede contemplarse el pueblo de Benalmádena y sus playas. Tuve también la suerte de que el aire estaba muy limpio esa tarde, cosa no muy frecuente, y se podían divisar las costas de Marruecos bastante bien. Pasé horas haciendo fotos hasta que se me hizo de noche. Y ésta es una muestra de aquel atardecer.