miércoles, 10 de junio de 2015

Amsterdam

   Capital de Holanda, Amsterdam significa "dique del Amstel", y está asentada en decenas de islas que están unidas por centenares de puentes. Su arquitectura conserva mansiones del siglo XVI y XVII que se conservan en perfectas condiciones, y que se pueden admirar paseando por los múltiples canales que se encuentran por toda la ciudad. En esos mismos canales también pueden verse antiguas barcazas acondicionadas como viviendas, algunas verdaderamente lujosas, pero actualmente ya se conceden pocos permisos para ello.

   Es una ciudad cosmopolita y permisiva, con mucha vida tanto diurna como nocturna, y uno de los sistemas de transporte más utilizados es la bicicleta, que utilizan la mayoría de sus ciudadanos. Cuna de grandes artistas, sus obras se pueden ver en los numerosos museos de la ciudad. En definitiva, Amsterdad es una ciudad para no aburrirte.





 






sábado, 21 de febrero de 2015

El Acebuchal

El Acebuchal es una pequeña aldea situada en la Axarquía malagueña, a unos 7 Km. de Frigiliana.

Su historía es curiosa:  En la postguerra  estaba ocupada por unos 200 vecinos, que en el verano de 1948 tuvieron que abandonar la aldea sin apenas poder recoger sus cosas porque las autoridades franquistas sospechaban que el Maquis recibía apoyo de sus habitantes.  Muchos años después, y en un estado de abandono total, El Acebuchal solo recibía la visita algunos domingos de verano de Antonio y su mujer Virtudes, que llevaban a sus hijos a visitar la aldea, ya que él había pasado de niño por allí con los arrieros que iban a pueblos granadinos y ella era hija de uno de los habitantes del pueblo antes de su abandono.

En 1998, Antonio y Virtudes compraron dos casas en la aldea, y pensaron la manera de que volviera a ser lo que fue. En el 2003 llevaron luz y agua, pagada de su bolsillo, instalaron una depuradora y volvieron a levantar siete viviendas más de sus escombros, que han activado el turismo rural de la zona. A finales del 2005 abrieron el único bar-restaurante que existe, un sitio agradable y donde se degustan platos típicos de montaña: choto, cordero, jabalí o ciervo, junto a tartas y pan que hacen ellos mismos.

Poco a poco se han ido reconstruyendo más casas, y la ladea empieza a recobrar la vida que tuvo, y cuya historia de guerrillas solo queda en el recuerdo para que no se repita.